lunes, 21 de noviembre de 2011

Osuna arqueológica

La villa ducal de Osuna muestra al viajero el esplendor monumental de un glorioso pasado durante el Siglo de Oro. Pero no menos relevantes serán los importantes vestigios de época antigua conservados en el museo arqueológico de Osuna. El visitante podrá conocer por medio de esta magnífica colección municipal el primitivo asentamiento ibero de la localidad así como innumerables piezas correspondientes a la Urso romana y visigoda.


El museo arqueológico ocupa la llamada Torre del Agua, situada en las proximidades de la Puerta de Teba y formó parte del sistema defensivo de la ciudad. Se fecha en época almohade durante el siglo XII siendo reformada en el siglo XIV por la Orden de Calatrava. El mencionado torreón es una obra cristiana realizada en el siglo XIV, cuyo espacio interior está formado por cuatro salas de diversa proporción, superpuestas en dos plantas y cubiertas con bóvedas de arista y de cañón. En éstas se han instalado los restos arqueológicos encontrados en la propia Osuna, así como algunas reproducciones de piezas excepcionales que actualmente se hallan fuera de la ciudad.

En la ordenación de los objetos se ha seguido un criterio cronológico, reuniendo en la primera sala restos prehistóricos y replicas de los relieves hallados a principios del siglo y conservados hoy en los museos de Madrid y del Louvre. La siguiente estancia presenta piezas de cerámica ibérica, algunas de ellas con decoración geométrica de color rojo, y exvotos de la misma cultura. Asimismo existen una serie de objetos romanos, como capiteles y basas, realizados en arenisca, piedras de molino, ánforas y un ara dedicada a un árbol sagrado.

En la segunda planta se encuentran la mayor parte de las piezas romanas, que son preferentemente de cerámica, y diversos ladrillos visigodos. Aquellas se hallan expuestas en varias vitrinas de las salas tercera y cuarta, mientras que éstos aparecen situados sobre los muros de la última sala. El conjunto de obras romanas está formado por un nutrido grupo de “terra sigillata” de distintas épocas; diversas colecciones de monedas, algunas acuñadas en Osuna, pequeños objetos de vidrio, pesas de telar, urnas cinerarias y otros útiles realizados en metal y en hueso. Los ladrillos visigodos están fechados entre los siglos V y VII, aparecen decorados con motivos geométricos y algunos presentan símbolos cristianos e inscripciones en caracteres griegos.

Entre las piezas arqueológicas más representativas el turista podrá encontrar la escultura ibera del toro de Osuna de finales del siglo V a. C., guerreros ibéricos en bajo-relieve del siglo II a. C., y del periodo romano la Ley Colonial Genitiva Iulia conocida como los “bronces de Osuna”.

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